Alcarrache, río de aguas limpias, rememoranzas árabes, serpenteante por un valle excavado a lo largo de miles de años, territorio perdido en la memoria de los tiempos, ocupado desde milenios por el hombre, conocedor de las riquezas de sus bosques y de sus valles.
El río Alcarrache pertenece a la cuenca fluvial del Guadiana, nace entre las Sierras de Santa María y Brava a una cota de 620 m.s.n.m., límite natural del término de Barcarrota al sureste, y desemboca, ya en Portugal, en el gran lago de Alqueva.
Su régimen fluvial es temporal y muy dependiente de las precipitaciones anuales, en verano se disfruta de un paisaje fluvial de grandes charcones que se distribuyen discontinuamente por el cauce.
Río fronterizo, hasta 1801, cuando el Reyno de Portugal se encontraba a un tiro de fusil.
La cuenca del Alcarrache fue lugar de influjo del Honrado Consejo de la Mesta y perteneció a la red de vías pecuarias dependiente de la misma. De todo ello tenemos hoy día como herencia el Cordel del Alcarrache que viene rivera abajo desde Sierra Brava, se le une la Colada o Cordel de la Nava, y llega hasta el arroyo del Álamo en cuyo sitio termina uniéndose a la Cañada Real Mesteña, ésta continúa aguas abajo de dicha rivera hasta llegar al molino del Tío Pedro, dónde se separa definitivamente de ésta.
Se caracteriza también el Alcarrache por la existencia de molinos de agua, de gran interés etnográfico y de varios siglos de antigüedad, jalonan el río, fueron concebidos para la elaboración de harina aprovechando la fuerza motriz de sus aguas. Algunos de ellos son el molino Batán, el de la Escusa, el del Colorado o el molino del Tío Pedro.
Es importante destacar dentro de la dinámica del río, el embalse del Ahijón, de abastecimiento, enclave privilegiado y un buen observatorio de aves. Pasear por sus orillas nos puede deparar admirar la belleza de los bandos de ánsares en otoño que lo utilizan para hacer una parada en su migración o de la nutria jugueteando con sus crías.
Rica y bien conservada vegetación natural, predomina a lo largo del cauce fluvial el tamujo y la adelfa, especies típicamente mediterráneas y adaptadas al carácter estacional del río, resistiendo perfectamente la escasez de agua durante los meses secos. Domina unos recursos naturales en los que está presente el sistema adehesado en el que la ganadería extensiva es muy abundante. Hay que destacar la presencia en sus aguas del jarabugo, pequeño pez endémico, catalogado en peligro de extinción y de la cigüeña negra observable en sus lances de pesca en los remansos.
El río Alcarrache ha sido declarado Corredor Ecológico y de Biodiversidad, también como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), para formar parte de Red Natura 2000 y gran parte de su recorrido atraviesa la Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) ‘Dehesas de Jerez’, siendo uno de los principales cursos fluviales de dicho espacio.
Toda la zona tiene una potenciabilidad y crecimiento de un turismo de interior respetuoso con la cultura rural y el medio ambiente, por ello queda una importante labor de promoción para el desarrollo de este tipo de turismo rural.
Alcarrache, río de aguas limpias, camino de agua, de riqueza medioambiental, nos queda poner en valor tus aguas, Alcarrache, río de aguas limpias.
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